ADELAIDA, PAULINA VINDERMAN
En «Adelaida» de Paulina Vinderman la poesía es un ejercicio del espacio. El acto performativo de designar cada cosa en un lugar permite la creación de una isla íntima donde fundar un exilio poético. Enclavada en las aguas de la palabra, estos poemas se proyectan hacia el mañana y hacia el pasado con la naturalidad de quien expresa la inexistencia del tiempo. Vinderman nos recuerda que el lenguaje es el único lugar, que habitar un espacio tiene la terrible consecuencia de fundarlo. «Adelaida» construye páramo, prueba del terreno denso y material que ocupa el lenguaje en nuestra cotidianeidad